¿Somos ovejas?

¿Dónde está el límite entre «lo que está bien y lo que está mal»?

Estamos siendo testigos de diferentes campañas publicitarias u obras artísticas por las cuales mucha gente se siente ofendida por lo explícito de su significado. Esto tampoco es nuevo, desde tiempos inmemorables ha habido siempre catalogación y digamos censura de lo que es políticamente correcto o no. Dentro de todo esto, la clasificación puede ser infinita, pues yo creo que no es lo mismo hacer humor sobre la forma de gobierno de una persona, que hacerlo sobre atentados y guerras o dolor ajeno. Entonces, ¿dónde encontramos ese límite? Yo creo que es una cuestión de sentido común, yo no creo en el «todo vale», igual que no creo que se pueda permitir que se haga daño moralmente o físicamente a alguien. Todo el mundo, poniéndose en el lugar del otro, con eso tan humano llamado empatía, sabemos si te estás pasando o no. Malas personas las hay en todos los lugares, haciendo publicidad como haciendo magdalenas, y no creo que bajo el slogan de libertad de expresión se deban permitir ciertas cosas. Pero ahí entramos en la madre del cordero, ¿quién no debe permitirlo? pues en teoría debería ser la sociedad, la gente de a pie. Y claro, «pero la gente no sabe, hay que guiarla». Y entonces dejamos que sean otros los que nos digan lo que es bueno o malo, correcto o incorrecto. Y pasamos a ser ovejas, como en tantas otras cosas. Consideramos que tienen que ser otros los que nos digan cómo pensar, qué hacer o no, qué está bien o mal…. y claro, ahí está el peligro, nos convertimos en ganado.

Estamos invadidos por millones de formas de excitación que consciente e inconscientemente nos alinean y piensan por nosotros: publicidad, medidos de comunicación, modelos a seguir, falsa libertad y autonomía. Vivimos con la lección bien aprendida: trabaja sin parar, gasta lo que puedas que para eso trabajas mucho, sigue comprando para poder ser igual que el famoso de turno; y sobre todo termina tan cansado que no tengas tiempo ni de hablar con los amigos personalmente (para eso inventaron el WhatsApp). Y siéntate frente a la tv para que te sigan invadiendo y diciéndote todo lo que está bien o mal y lo próximo que quieres comprar para tu vida llena de cosas y vacía de sentimientos y vivencias. Y así seguirán distrayéndonos de lo que es realmente importante, que NO TENEMOS QUE CONFORMARNOS, que tenemos derecho a ser felices y querer más: más amigos, más poder de decisión sobre nuestra propia vida, más experiencias, más amor, más vida!

Tu libertad termina cuando agredes a alguien, física o moralmente, pero sobre todo termina cuando OTRO DECIDE POR TI.

4 replies to “¿Somos ovejas?

  1. Gran gran reflexión Helena.

    Por una parte, creo que hoy en día es difícil hacer humor, o simplemente publicar una opinión, sin que no haya un colectivo que se sienta ofendido. Y creo que es sensato apelar en estos casos al sentido común, y no tomarse tan a pecho determinadas expresiones que solo aportan un poco de ironía, e incluso a veces lo que pretenden es hacernos pensar.

    Pero es que es verdad que parece que pensar no nos gusta. O han conseguido que no nos guste. La rueda de este Capitalismo sanguinario que todo lo importante lo destruye (valores, momentos, formas de pensar…) nos tiene hipnotizados, y es fácil dejarse llevar y estar todo el día corriendo, sin tiempo para nada, y con esa incomoda sensación de infelicidad.

    Pero no está todo perdido. Porque aún queda gente como nosotras, que nos negamos a este sometimiento, y creamos blogs, o música, o pintura, u otro tipo de expresiones, para revelarnos y para conseguir que abrir los ojos de alguien más. Aunque yo en realidad, soy egoísta, y lo hago realmente para sentirme yo mejor.

    Hace tiempo que trabajo mucho en ralentizar mi vida, en simplificarla, en hacer menos cosas, en tener menos objetos, en usar menos el móvil, y en disfrutar de una buena lectura, una buena compañía, o una buena sesión de meditación… y muy poco a poco, siento que me hago más consciente del engaño, y que me voy sintiendo mejor.

    Hacen falta personas como nosotras (y muchísimo mejores!! en ellas nos inspiramos) para despertar del Matrix.

    Un besazo guapa!!

    Me gusta

  2. Siempre hay que ir un paso más allá, Analía. Nosotras sabemos desde hace mucho que algo no encaja, que no es todo cómo quieren que nos lo creamos, pero a parte de lo poco que podemos hacer con nuestro arte o nuestros comentarios, hay que pensar de qué forma podemos hacer más. Meditando habrás aprendido muchas cosas, esas cosas te las habrá enseñado alguien, pues de eso se trata, de hacer cadena e intentar ayudar a más y más gente a creer en algo más, en su propio potencial como ser humano y a ser feliz. No debemos rendirnos nunca, cualquier pequeño acto que hagas en tu vida puede significar mucho para alguien, así que ánimo y a seguir luchando.
    Mil millones de besos guapa, como siempre es un placer leerte 🙂

    Me gusta

  3. Yo he pasado más de un tercio de mi vida en un país donde no existía la libertad de expresión, quizás por eso prefiero y defiendo que un/a descerebrado/a utilizando el medio que sea pueda expresar lo que quiera por indigno, miserable y doloroso que sea, y que no se le prohíba hacerlo, porque en uso de esa misma libertad yo tendré el derecho de expresar mi desacuerdo, criticarlo y rebatirlo

    Es posible que Voltaire no estuviera equivocado cuando dijo… “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”

    Un cordial saludo.

    Me gusta

Deja un comentario

close-alt close collapse comment ellipsis expand gallery heart lock menu next pinned previous reply search share star